Ingredientes:
- 6 Pimientos rojos
- Aceite de Oliva
- Sal
- 1 cayena (opcional)
Preparación:
1- Se precalienta el horno a 200º, calentar arriba y abajo.
2- Se lavan bien los pimientos, se les corta el rabito y se ponen en una fuente de horno. A mí no me gusta escurrirles mucho el agua, los paso del grifo a la bandeja sin secarlos para que mantengan el agua.
3- Se les echa sal, un buen chorro generoso de aceite de oliva y una cayenita. Esto último es opcional, pero a mi me gusta el sabor que les da.
4- Se baja el horno a 180º y se deja sólo calentando la parte de abajo, y se pone la bandeja en el centro del horno.
5- Estamos pendientes de cuando empiezan a dorarse, unos 30 minutos aproximadamente, y les damos la vuelta.
6- Esperamos que vuelvan a dorarse por este otro lado y cuando estén apagamos el horno y sacamos.
7- Tapamos la bandeja con un paño de cocina o film para que suden los pimientos y luego nos faciliten el pelado.
8- Cuando estén templados se procede a quitarles la piel. Si han sudado, esto no nos costará mucho. Tenemos que tener especial cuidado al quitar el rabito de que no se nos queden muchas semillas dentro.
A partir de aquí se puede consumir como queramos, se les puede dar muchos usos.
Yo especialmente los suelo tomar como me mandaron en la dieta, acompañados de atún.
Los pimientos se parten en tiras.
Se les añade cebollita picada y se acompañan de bonito o atún.
Queda muy completo y está muy bueno.
Otra forma es ensalada, le picáis ajito en trocitos muy pequeños, cebolleta o cebolla picada, vinagre, aceite y sal, y…. a comer que están buenísimos de esta manera también.
Incluso se lo podemos añadir a unas tajadas de bacalao con salsa de tomate.
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